jueves, 22 de abril de 2010

El Hombre Blanco

El hombre blanco, como dice el cantaautor Pedro Guerra, siempre vio lo blanco, se empeñó en lo blanco y sólo piensa en blanco.

El hombre blanco occidental para ser más precisos.

El hombre blanco siempre tuvo una obsesión: las alturas. Mirar desde las alturas, pero no como lo haría un filósofo en busca de las verdades o un alma contemplativa (un artista, un poeta) buscando la belleza en la última nube de la tarde o como un músico buscando la nota y la melodía justa. No. El hombre blanco siempre se pensó a sí mismo como EL HOMBRE BLANCO, como el más blanco de todos los hombres blancos. Cada hombre blanco cree eso de sí mismo y los hombres blancos compiten entre ellos para ver quien es más blanco. Así empezó la carrera y así comenzaron todas: quien es el mejor, quien hace más y mejor las cosas en el mismo tiempo, quien la tiene más larga.

El éxito. El éxito para el hombre blanco no es ganar con los demás. El éxito es ganarle a los demás. El éxito es su meta. El éxito es poder. Es el prestigio de uno arrebatado a los otros, construido sobre los otros, que se creyeron que no vinieron a ésta vida para eso. Que se vuelven sus presas. El hombre blanco hace de sus vínculos y relaciones eso. No conoce otra forma. Nunca la practicó. Los términos del contrato, del pacto que establece el hombre blanco con los demás hombres blancos, son esos. Esa es su lógica. Así el hombre blanco puede decir: “Tenemos un trato” y eso es lo único y todo lo que tiene. Esos son los términos, así son los tratos y así se tratan los hombres blancos.

Con los anteojos y anteojeras del costo-beneficio. Cuanto gano. Cuanto pierdo. Tanto vendes, tanto vales. Viendo en cada hombre blanco una cosa, un objeto, una mercancía, el medio para alcanzar el fin del hombre blanco: ser el más blanco de todos.

Sus músculos no descansan, no se recuperan. Tienen que seguir corriendo. No tienen tiempo. El tiempo que pierde un hombre blanco lo está aprovechando mucho más y mejor otro hombre blanco, que ahora llevará la ventaja. La ventaja hecha cuerpo. Eso es el hombre blanco.

Más arriba suben, menos escuchan lo que pasa ahí abajo.

Trepar. Trepar como los reptiles. Trepar sobre las cabezas blancas hasta que quede la más blanca de todas.

Sola.

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