lunes, 15 de marzo de 2010

Realidades

Es mentiroso éste recuerdo recubierto de lo ideal.


Es falso. Ante la pérdida actual le cargamos al pasado un sentido que no tenía.


Es artificial. Un invento propio movilizado por nuestros deseos eternos combinado con nuestra necesidad de significar.


Es una trampa.


Mientras estemos vivos lo único eterno en nosotros es el deseo.


Cerramos los párpados y empezamos a imaginar, jugar y vivir en los sueños sin más objetivo que jugar por jugar, que vivir por vivir. Nos olvidamos de nosotros mismos. No nos oprime lo que hicimos ayer porque no lo recordamos. No estamos condenados a seguir siendo lo que fuimos porque no está reprimido, porque ya fue liberado.


Tirarse del edificio. Saltar desde el balcón. Estallar desde el océano. Bucear y meterme en vos y en todos.


Visionarios, románticos, iluminadas. Tipos y tipas lúcidos y lúcidas. Viven la memoria ahora y con todos sus sentidos encendidos despiertan a los sueños en el presente.


Las miserias se van. La angustia que trae la nada, que todo lo devora (como la reseca muerte) también. Por fin pueden entender que sus justificaciones son excusas, sus obligaciones cobardía, sus manipulaciones inseguridad.


Deseo genuino, deseo inteligente, deseo motor de la vida dicen; sólo realizándote saldré disparado a ella, a la vida; que es libertad, que es placer, que tiene que ser hoy. Lo vuelvo a repetir y citar: el presente y nada más.


Sólo esa voz alegre puede conectar mis pasos. Sólo con esa claridad podré hacer y marcar el camino.


El deseo, la memoria, los sueños, los ideales, las ideas, lo ideal...¿porqué al abrir los ojos no buscar e intentar realizas esas ficciones en la realidad, nosotros, los temerarios?

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